miércoles, 19 de febrero de 2014

La leyenda de Anastasia

La de Anastasia es una de esas típicas películas que ves de pequeño,  te gustan y no entiendes su significado hasta que ya eres más mayor. Pues bien, esta película cuenta la historia de Anastasia, una chica que ha estado viviendo en un orfanato la mitad de su vida y que no recuerda nada de su pasado, solo tiene un collar que no recuerda quien le regaló como pista para encontrar a su familia o al menos saber de donde procede.

En realidad es la hija del último zar de Rusia, Nicolás II, aunque ella no lo recuerda. En la película mientras atacan al palacio real Dimitri, un chico del servicio del palacio, salva a Anastasia y a su abuela. Ahora busca a una actriz que se haga pasar por ella para obtener la recompensa que ofrece su abuela a quien la encuentre. Dimitri engaña a Anastasia para que vaya con él a París pero al final se da cuenta de que es la auténtica duquesa y la ayuda a que pueda hablar con su abuela la emperatriz. El malo de la película es Rasputín, un brujo que sale del inframundo al enterarse que aún queda una de los miembros de la familia de los Romanov con vida para cumplir su objetivo de acabar con toda la familia real.
Cuando estudiamos el año pasado la Revolución Rusa me di cuenta de que la película estaba basada en hechos reales y que la dinstía de los Romanov existió y los personajes de la película también.

La gran duquesa Anastasia Nikoláyevna de Rusia fue la hija más jóven del emperador Nicolás II, el último zar de la Rusia Imperial. Fue asesinada junto al resto de su familia el 17 de Julio de 1918 por fuerzas de la policía secreta bolchevique. La leyenda de que Anastasia había sobrevivido a la Revolución Rusa estuvo vigente durante todo el siglo XX y muchas impostoras afirmaron ser la princesa. En esa leyenda está basada la película.

Grigori Rasputín, también conocido como el monje loco, fue un místico ruso con gran influencia en los últimos días de la dinastía Romanov, a raíz de que curara al único hijo varón del zar de una hemorragia consguió la confianza de la emperatriz y de todos los miembros de la familia real. Durante la Primera Guerra Mundial fue acusado de ser espía y de influir políticamente en la zarina, que era de ascendencia alemana, en sus nombramientos ministeriales cuando el zar estuvo ausente por la guerra. Este hecho fue desastroso para la permanencia del régimen zarista. Además había rumores que lo relacionaban íntimamente con la zarina y de que era un íntimo amigo y consejero de las duquesas. Pensaban que su influencia sobre la monarquía zarista era nefasta y decidieron asesinarlo envenenándolo con cianuro pero el veneno no hizo efecto y tuvieron que dispararlo.


María Teresa Sánchez- Medina Cortés 1ºA Bach

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