También, por otro lado, aprovechando que estamos en el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial se han recopilado numerosas cartas que los soldados escribían a sus seres queridos. Este libro se llama Mujeres y amadas: cartas de amor enviadas en tiempos de guerra.
En este artículo habla sobre el sargento Arthur Harrigton, un fusilero veterano, que estuvo al frente del ejército francés. Llevaba 3 años casado con Florence Margaret y tenían una hija. En sus cartas expresaba el amor que sentía por su mujer y el horror de la Gran Guerra.
Un día de enero de 1995 se reencontró con su amada y su hija debido a un permiso. Desde ese encuentro subió el tono amoroso de las cartas de Arthur.
Aquí tenemos un fragmento de lo que decía en una de sus cartas:
Puedes decir que tu vida durante los tres últimos años, desde la alegría de unirnos en el altar, ha sido un tiempo feliz; es lo que te mereces, mi queridísima, puesto que has sido una esposa modélica y me sobran las razones para bendecir el día en que te convertiste en mi mujer. Que Dios nos tenga reservados muchos más días felices juntos.
El 14 de Abril recibió la feliz noticia de que su mujer había dado a luz a una niña que más tarde tendría el nombre Joan. Y si ahora nos encontráramos en una película, Arthur Harrigton volvería a casa con su mujer y su hija pero por desgracia la vida no es así. Murió dos semanas después de recibir esta noticia, en un bombardeo mientras desayunaba.
Loli Morales Tristán
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