Esta es la historia de Taryn Brumfitt una mujer que no estaba contenta con su cuerpo, de hecho, lo odiaba.
Por eso, un día decidió apuntarse a un concurso de culturismo para perder peso y moldear su cuerpo y buscar la perfección.
Consiguió una figura de diez pero nada cambió.
EL cambio. Y luego, ¿qué?
Esto le ayudó a darse cuenta de que tenemos que aprender a aceptar nuestro cuerpo tal y como es. Preguntó a 100 chicas cómo se sentían y algunas de las respuestas son realmente sobrecogedoras.
Imperfecto. Foto. Muy del motón. Pequeño. Tengo que perder peso. No me gusta este cuerpo. No merece la pena verlo. Repugnante. Repugnante. Repugnante.
Así se describían algunas de las chicas a las que Taryn les preguntó y nadie se merece tener este concepto de uno mismo.
Así se describían algunas de las chicas a las que Taryn les preguntó y nadie se merece tener este concepto de uno mismo.
Lo mejor de todo son las lecciones que te dan personas desconocidas como la mujer de la playa o la chica que se siente suave y atractiva.
Porque el cuerpo no lo es todo aunque a veces pensemos lo contrario...
Esther Serrano Plaza 1ºbach A.
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