En las últimas clases hemos visto la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada en 1789 por la Asamblea Nacional Constituyente, en la que se establecían los principales derechos que debían tener los hombres franceses. Pero en estos documentos no se decía nada sobre cuales eran los de las mujeres. Dos años después, la escritora y política Olympe de Gouges tuvo el increíble valor reescribir estos derechos cambiando la palabra ''hombre'' por ''mujer'' dirigiéndose solo a estas en la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Fue uno de los primeros documentos en los que se proponía igualdad entre ambos sexos y en los que la mujer reivindicaba su derecho al voto, a la propiedad privada y su participación en los campos en los que hasta entonces les habían sido prohibidos. Pero todas estas ideas no fueron tomadas en cuenta.
Olympe de Gouges apoyó otras ideas, como la del divorcio, e incluso se dirigió a la reina María Antonieta para que apoyara su causa. Pero esta mujer no solo defendía la igualdad entre hombres y mujeres si no que también pensaba que estas eran superiores.
Sus ideas feministas no fueron de agrado para los varones que dirigían la revolución, por lo que fue acusada de traición a la revolución por oponerse a la ejecución del rey Luis XVI y fue guillotinada el 3 de noviembre de 1793, tres días después que los girondinos a los que ella apoyaba. Se dice que en el juicio actuó según sus principios y que murió con valor y dignidad.
Posiblemente si muchas otras mujeres hubieran tenido el mismo valor, la situación de la mujer hubiera sido muy diferente.
Pilar Gómez Caballero
Fuentes: Wikipedia
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